(En el centro del escenario una fogata, varios hombres alrededor de ella contemplan el fuego. Sobre David un cenital)
David:
Brilla el fuego frente a mí; hacemos una sopa para alimentarnos y así poder sobrevivir al mañana incierto y seguramente paralizado. Sucede que nos pasan cosas. Sucede que la Guatusi se perdió hace tres noches y ella es el porqué de nuestra existencia, nuestra madre, nuestra mujer, nuestra esperanza y por ella lucharemos hasta encontrarla. Si no, moriremos… Tengo miedo de esta noche, de estos pensamientos que se meten en mi cabeza, dentro de esta vida atroz que me devora… Yo juro, con juramento de hombre que no quedará piedra sobre piedra hasta encontrar a la Guatusi.
Brilla el fuego frente a mí; hacemos una sopa para alimentarnos y así poder sobrevivir al mañana incierto y seguramente paralizado. Sucede que nos pasan cosas. Sucede que la Guatusi se perdió hace tres noches y ella es el porqué de nuestra existencia, nuestra madre, nuestra mujer, nuestra esperanza y por ella lucharemos hasta encontrarla. Si no, moriremos… Tengo miedo de esta noche, de estos pensamientos que se meten en mi cabeza, dentro de esta vida atroz que me devora… Yo juro, con juramento de hombre que no quedará piedra sobre piedra hasta encontrar a la Guatusi.
(Entra Juan cargando maletines lleno de cosas y bolsas de basura)
Juan:
¡Cállate ya!, que traigo noticias de la Guatusi. No se fue a los infiernos como se había pensado. Está viva, escondida de todos los que la quieren. Menos mal que yo la saqué de mi corazón, ella no es de fiar; sabe demasiado. No me gustan las mujeres que saben más que nosotros, desconfío, sobre todo de ella.
David:
No te permito que digas otra palabra contra la Guatusi. Ella vive, lo sé, lo siento aquí en mi corazón… ¿Dónde se encuentra ahora? Dímelo para salir a buscarla, para que nos devuelva nuestras almas, que se las llevó entre sus faldas anchas.
Juan:
La Guatusi está viva en esta tierra, pero debe morir en ustedes. Alguien me contó que la vio por la avenida, caminando perdida, mirando al vacío.
David:
Eso no es cierto, la Guatusi tiene mirada de águila.
Juan:
La Guatusi puede perder su mirada…Tan solo es una mujer. La Guatusi se marchó porque quería su libertad.
Pedro:
Fuera de aquí (Mirando al cielo) Guatusi, tienes que venir ya. Sin ti no sabemos qué hacer. Tuvieron que robarte, porque tú no te hubieras atrevido a escapar de nosotros, que te amamos…Guatusi ven.
(Apagón.)
La Guatusi escondida en un rincón. Alumbra su rostro con una vela.
Guatusi:
¿Quién grita mi nombre y me exige entrega? Sus voces llegan a mi sombra que ya no está conmigo…Soy una mujer sin sombra, al fin. La culpa no la perdí. Yo soy la Guatusi. Un día me volteé al mundo, me convertí en piedra. Luego con el tiempo, el olvido y un aliento de amor, me hice de carne otra vez. Pero, lo que vieron mis ojos está guardado en mi alma…Alguien me sacó de entre ellos, me trajo a este aparte…Me engaño con un beso de amor. No había otra forma. Que maravillosos son los besos de los hombres. Besos húmedos, se tragan mi aliento y me producen ansia de caricias suaves. Un beso selló mi piel a tu camino.
(Se escucha un silbido y ruido. Entre los escombros aparece Marlon arrastrándose. La Guatusi se esconde entre las cobijas.)
Marlon:
Guatusi ¿dónde estás? Llevo días tras tu rastro. Todos lloran tu ausencia.
Guatusi:
¿Quién anda? ¿Quién pregunta tantas pendejadas? (Se tapa con la cobija.)
Marlon:
Soy yo, Marlon. Te traigo un mensaje y muchos cuentos de los tuyos…
Guatusi:
¿Un mensaje de quién?
Marlon:
Un mensaje de Darío…El hombre que te robó en la noche de menguante.
Guatusi:
Acércate para mirar tus ojos y reconocerte un hombre vivo.
(Marlon se acerca con temor.)
Marlon:
Todos desesperan por tu falta. Sospechan unos de otros. Te buscan por todos lados. Creo que van a morir, si tú no llegas. Déjame mirarte que quiero entender por qué ellos desesperan por tu ausencia.
Guatusi:
Dime el mensaje de Darío.
Marlon:
Que vendrá pronto.
Guatusi:
¿Cuándo? ¿Cuándo?…Hace mucho que lo espero.
Marlon:
Guatusi. Tú tienes muchos enemigos…Llevo días escondiéndome de ellos…¿Por qué? ¿Cuál fue el error que cometiste?
Guatusi:
A mis enemigos no los gané por mis errores…Los fui sumando con mis aciertos…Muchacho estúpido.
Marlon:
No me maltrates, que no saber no es un pecado.
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