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Dramaturga venezolana. Escritora de cuentos y novelas. Profesora de historia. Escritora de televisión, asesora de escritura de telenovelas, instructora talleres de guiones de cine. Autora de novelas.

CASA EN ORDEN

Preyecto: "Macho macho"

Preyecto: "Macho macho"
Afiche, realizado por Jorge Ibarra

!VIOLENTO! Todas las instacias de la violencia en Venezuela.

!VIOLENTO! Todas las instacias de la violencia en Venezuela.
La historia de un niño de la calle, llamados ahora " niños de la Patria.

martes, 9 de marzo de 2010

TEATRO: "CASA EN ORDEN" Tragicomedia Ana Teresa Sosa

II ACTO.

La casa está casi en penumbras, por la sala regados los cantidad de remedios, una bombona de oxígeno, el sofá con una sábana. Es un ambiente muy lúgubre en donde se ve que la enfermedad ha tomado todo. Se ve desorden y tristeza. Tocan a la puerta, Yujoiba sale de la cocina y va a abrir. Es Aurorita que llega con cantidad de bolsas. Dentro de ellas cantidad  de cosas

YUJOIBA: (AMARGADA)
Al fin llegaste, mamá ha preguntado miles de veces por ti. Insiste en hablar contigo. Ay Aurora, yo la veo muy mal, está como desesperada.

AURORITA:
¿Y cómo va a estar? Si se va a morir muy pronto, a lo mejor no pasa de hoy. Francamente Yujoiba; tu no cambias.  Me parece que deberías verte en un espejo; pareces un espantapájaros; ¡arréglate.!

YUJOIBA:
No tengo ánimo. Dejame tranquila... Ay Aurorita; ella esta cada día peor...  Esa quimioterapia la terminó de matar. 

AURORITA:
Tu no sabes nada de eso. Tu de lo único que sabes es de hombres, así que mejor ni opines. ¿Adivina qué.? Conseguí la hierva que me recomendaron, muchacha; le tuve que jalá bola a ese señor, como si fuese el mismísimo José Gregorio Hernández. Me vio la cara de loca y de desesperada y se afincó. Pero aquí la tengo, hay que ponerla a hervir, dicen que es amarguísima. Mira, ¿y dónde me pusiste la botella?, que ando seca.

YUJOIBA:
No me digas que vas a beber otra vez, pero si esta mañana te bajaste la mitad.

AURORITA:
Es la única manera de sobrellevar la muerte de mi amiga. No hay otra forma, así que tráela ya, y tú bébete un traguito, que andas muy tensa y eso no le hace bien a la enferma.

YUJOIBA:
Aurora, yo no aguanto esta vaina; verla morir día a día sin poder hacer nada, Con ese quejido, con esos ojos idos ya para el otro mundo. Está sufriendo tanto, yo nunca pensé que iba a tener que pasar por esta vaina. Tu viste que se nos murió el pajarito, y el morrocoy. Yo no aguanto una muerte más en esta casa. Las que no se mueren nunca son las malditas arañas, esas andan metidas por todos lados...

AURORITA:
Yo nunca he visto a esas arañas que ustedes nombran... Y mira que las he buscado por todos lados.

YUJOIBA:
Esas muérganas están instaladas aquí desde el día que tu viniste con la noticia mala. Mamá soñó con ellas, y una la atacaba, nosotros pensamos que eran los cobradores, pero que va. Esa perra de araña que la enfrentó era la muerte...

AURORITA: (BUSCANDO LA BOTELLA)
¡Zape muchacha!; esos son inventos de ustedes. Si es que está clarito; lo que pasa  es que están muy impresionados por la enfermedad. Y bueno, también presionados, porque no tienen dinero y por todo... pero; ya tu vas a ver que vamos a salir adelante... (ENCUENTRA LA BOTELLA)

YUJOIBA:
¡Que salir adelante nada; ¿sin mamá? Si es que ella era la que hacia todo en esta casa. Yo no puedo, no puedo... A mi no me gusta nada lo que está pasando. No me gustan los hospitales, ni las enfermedades, ni los velorios, ni nada de eso... Yo me voy a arrancar, lo he pensado mucho y te estaba esperando para decírtelo... Me voy de esta casa, ¡no puedo más.!

(Yujoiba agarra un maletin que tenía escondido y va a marcharse. Aurora la para.)

AURORITA:
¡Quee.! Tu no puedes hacerle esta vaina a tu mamá.

YUJOIBA:
Es que no me gustan las enfermedades, ni las muertes...

AURORITA:
Ahh, ¡A mi si.! ¡A mi me encantan.! No ves como me levanto temprano, en la mañanita y me llego hasta la morgue  de primerita, tu sabes abro la “santa maría” y me pongo a contemplar a todos los muertos y les doy una lloradita a cada uno, y como eso no me basta, porque es muy poco para mis ganas de enfermedad; pues echo a correr para el hospital, veo a quien es que le toca morir y me le instalo en cada cama  a seguir sufriendo.
Porque el asunto me encanta...  Si es que eso es lo que mas me gusta hacer en la vida. (PAUSA) ¿ Qué es lo que te crees tu, pedazo de guebona.? Que eres especial, que no mereces sufrir en esta vida.? Tu mamá se está muriendo y tu vas a echar a correr, porque no te gusta el olor de las medicinas, ¡Y me vas a dejar este paquete a mi nada más.! ¡No que va.! ¿Tu crees que yo no estoy sufriendo.?  Mira mija; Tu vas a agarrar esas malas ideas, y las vas a juntar completicas y las vas a botar por la poceta. Porque el amor, es el derecho y el Deber, ella ahora te necesita mas que nunca, y tu le vas a cumplir así sea obligado, y si no lo haces te parto la cabeza con esta misma botella. Así que lávate la cara, y te echas colorete y te pones una sonrisa de utileria en la cara de mongólica que tienes y le das el pecho a los dolores, y a la misma muerte. Que es tu mamá y se lo merece, y si no lo haces te mando a matar con uno de los malandros de la esquina, porque esa decepción no se la va a llevar para la tumba mi amiga, no señora que va...

YUJOIBA: (DESESPERADA)
¡Pero es que no puedo más.!

AURORITA:
¡O puedes, ó puedes.! No tienes otra salida... Te calas la enfermedad, el dolor, la muerte, el entierro y demás hiervas... Porque eres una viejota que debe enfrentar tus problemas porque esa es tu obligación... Y (TR) disimula que allí viene la enferma... Yujoiba, mi amor; (LE DA LA BOTELLA) tomate un trago fuerte de esta vaina y a tragar muerte porque eso fue lo que nos tocó... (LE APIPA LA BOTELLA A YUJOIBA)

Entra María ayudada de Jeremias. Se le ve muy deteriorada, su cabeza casi sin cabellos y un pañuelo.

MARIA:
Aurorita. Cada vez que volteo te veo dándole licor a la muchacha. Con que sea puta de alma me basta a mi, pero puta y borracha es como mucho... Yujoiba hija, arréglame el pañuelo que no me gusta que me vean fea. (A AURORITA) Y tu tardaste mucho. Ya estaba dudando de tu promesa de acompañarme en este trance.

AURORITA:
Tu sabes que yo no te voy a abandonar. Lo que pasa es que estaba negociando con una mierda de hombre, que se aprovechaba de tu enfermedad y de mi desesperación. Ay, mujer, menos mal que muy pronto te vas a ir de esta mierda de mundo; porque francamente, cada día me decepciono mas de la gente. Es más; yo lo estoy pensando, porque como que me arranco contigo, para no ver tanta vaina. Y tanto que hemos luchado nosotras por todo, por la casa, por el país, ¡Por el mundo.!  ¿y qué ?, bueno nada, que siguen dándole palo a una, como si fuera piñata. (LE DA LA BOTELLA A MARÍA) Toma un traguito María, que mal no te va a hacer, porque ya tu estás jodidísima; y yo por lo consiguiente, a mi me anda persiguiendo la cirrosis y aquí estoy esperándola, porque para qué seguir llevando vainas. Te conseguí la rama, y la raíz esa milagrosa, y me costó mucho, pero ya está hirviendo en la cocina y te la vas a tomar así sepa a diablo. Porque no te imaginas lo que tuve que hacer para que el diablo ese, me la vendiera...

MARIA:
Ay Aurora, ¿No me digas que te acostaste con el señor?

AURORA:
Con ese miserable bizco y maloliente. Ni por ti lo hubiera hecho. Noo, nada que ver. Tuve que jalarle bolas como si fuera el mismísimo ministro de sanidad. Yo no sé que era lo que pretendía el hijo de puta.

MARIA:
Tu estás loca.

JEREMIAS:
Y claro que si. No tiene freno en esa lengua. No le importa decirte en la cara todas esas barbaridades.

AURORITA:
El único estorbo de esta casa eres tu.

JEREMÍAS:
Yo conseguí trabajo y le estoy dando el pecho a la enfermedad de mi mamá. Cumplo con todo...

AURORITA:
Lo dices como si fueras tu el que te estás muriendo. Mijito habla con energía, con ánimo. Como un hombre de verdad... No con ese quejido...(PAUSA) ¿Y los sueños, y los proyectos y esa vida que te anda adelante, y este país que se lo están llevando para el coño, todos los tracaleros del mundo. Y tu cobarde, cobarde, lleno de miedo. Y tus veinte años, con esos musculotes, y esas hormonas a millón. Y la rabia de vivir aplastado por un pocotón de coños de madre y la rebeldía de los que tenemos que ser rebeldes. Tu no eres un hombre, tu eres una sombra y lo que das es lástima. Discúlpame María; pero alguien se lo tiene que decir antes de que te mueras...

YUJOIBA:
Ay si, Porque tu eres Simón Bolívar con traje de enfermera...

MARIA:
Respeta a Aurorita, Yujoiba.

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